Nick Castillion | Manos de la Homeland
Para Nick Castillion, el éxito tiene poco que ver con títulos o dólares. "La única razón por la que trabajo tan duro es para ganar tiempo, no cosas", dice. "No para renunciar a la empresa, sino para delegar más, para tener la libertad de ir de camping, tomarme unas vacaciones, para hacer las cosas que importan".
Se trata de elección. Y está construyendo una empresa que refleja eso: una en la que su equipo no tenga que elegir entre un sueldo y una vida.
En el mundo del trabajo de tierra, donde las máquinas pesadas tallan los inicios de los sueños en la tierra, Nick Castillion está al frente de Dreamworx Services; no es solo un negocio, sino una visión construida a partir de la arena, la lealtad y el corazón.
Nick, esposo de Emily, convirtió su visión en realidad en 2021. Antes de que naciera Dreamworx, Nick estaba detrás de los controles de una mini excavadora en una empresa de servicios públicos local, aprendiendo el oficio y preguntándose cómo llevar sus habilidades al siguiente nivel. "Pensé que la mejor manera de hacer eso", dice con un encogimiento de hombros, "era ser dueño de mi propia empresa".
Hoy en día, bajo la dirección de Nick y su socio de negocios, Ty Blackburn, Dreamworx se especializa en almohadillas de casas, limpieza de tierras, clasificación, estanques, arenas, etc. y más. “Cualquier cosa sucia”, dice Nick. “Si se trata de una máquina, lo descubriremos”.
Pero las máquinas por sí solas no mueven la tierra. Es la gente, y los que están al lado de Nick Matter más. Encontrar la tripulación adecuada, dice, ha sido su mayor desafío. Pero una vez que encontró a su equipo principal, las cosas comenzaron a hacer clic. “No puedes esperar obtener respeto a menos que lo des”, explica. “Yo dirijo este lugar en confianza. Mis muchachos cronometran sus horas honorablemente. No se trata de microgestionar. Se trata de carácter”.
Lo que Nick valora más no es solo la habilidad, es la honestidad. Saldo. Un sentido de hogar. Anima a su tripulación a tomarse los fines de semana, a presentarse a sus familias, a estar presente en casa, porque sabe de primera mano lo que está en juego cuando usted no lo está. “Sin equilibrio, cuando el trabajo empieza a ir mal, eso es todo lo que tienes”, dice. “Y el mundo entero comienza a derrumbarse”.
Para Nick, el éxito no se trata de perseguir dólares o construir un imperio. “A corto plazo, solo quiero seguir haciendo un buen trabajo con buena gente. ¿A largo plazo? Solo quiero que todos aquí están felices de presentarse al trabajo. Eso es todo”.
Esa mentalidad le ha ganado un respeto silencioso, y para muchos en su equipo, la tutoría. Pero Nick es rápido para agitar eso. “Estarían bien sin mí”, dice. “En todo caso, aprendo tanto de ellos como ellos lo hacen de mí.”
Aún así, su influencia es clara. Él lidera con el ejemplo, nunca llamativo, siempre enraizado. Es una humildad nacida de saber cómo es empezar desde abajo, no tener un plan perfecto, solo un sueño.
Incluso el nombre, Dreamworx, vino de esa chispa. “Era mi sueño tener una empresa”, dice Nick. “Y sí, la gente se rió del nombre al principio. ¿Pero ahora? Encaja. Porque cada patio que despejamos, cada casa que construimos, es el sueño de alguien que estamos ayudando a hacer realidad”.
Es esa mano en la tierra, botas en el suelo lo que hace de Nick un rostro perfecto para Homeland Collection de Justin Boots; construido para aquellos que dan forma a la tierra y llevan el peso del trabajo duro con orgullo. La elección de Nick en botas refleja sus valores: duradero, ligero, sin tonterías. “Siempre estamos en movimiento”, dice. “La comodidad importa. Una buena bota debería ayudarte a durar los largos días”.
¿Y qué pasa con el sueño americano? Para Nick, no se trata de casas grandes o camiones nuevos, se trata de libertad: Pasar un viernes en un partido de los Rangers, tomar unas vacaciones cuando lo necesites, comprar tu propio tiempo.
Porque al final, no se trata solo de mover la tierra. Se trata de construir una vida para ti mismo, tu familia y las personas que confían en ti para liderar con integridad. Son las manos de la Patria.